domingo, 5 de septiembre de 2021

RUTA POR VALDELAGUNA

 

Ruta de las fuentes. Mosaico de paisajes.

Si algo sorprende cuando viajamos por algún pueblo de la Comarca de las Vegas en la Comunidad de Madrid, es su variedad de paisajes y ecosistemas.

Cualquiera que se dé una vuelta por alguno de sus sugerentes pueblos como Colmenar de Oreja, Belmonte de Tajo o Estremera, podrá disfrutar de paisajes tan variados como zonas de cultivo (cereal, olivo y vid), manchas de monte mediterráneo, pinares de repoblación, bosques de ribera y humedales.


(En la zona Sureste de la Comunidad aún podemos encontrar restos del antiguo encinar manchego que cubría antaño gran parte de su territorio).

No es de extrañar que este patrimonio natural haya motivado el proyecto de proteger el Valle del Tajuña como parque regional, impulsada por asociaciones ecologistas como Ecologistas en Acción, Arba o El Soto.

Todo esta variedad de ecosistemas, algunos de ellos en buen estado de conservación, repercute en la variedad ornitológica, encontrándonos en la Comarca de las Vegas aves tan escasas e interesantes como águila perdicera, sisón, avutarda, ganga ibérica, o bigotudo.

Una de las rutas más interesantes de la zona Sureste de la comunidad es la ruta de las fuentes, en el pueblo de Valdelaguna.


(Cartel indicativo de la ruta de las fuentes en Valdelaguna).

Esta ruta tiene un alto interés paisajístico, medioambiental y etnográfico. Paisajístico por su variedad de ecosistemas, medioambiental por su riqueza en aves y anfibios, y etnográfico porque visitaremos tres fuentes rehabilitadas, que son refugio para la cría de anfibios.

Durante nuestro recorrido atravesaremos zonas de cultivo, manchas de monte mediterráneo, e incluso un pequeño bosque de ribera, en el área recreativa de Valviejo.


(Bosque de ribera en el área recreativa de Valviejo, en Valdelaguna).

Esta riqueza y calidad de ecosistemas redunda en la variedad de aves que podemos ver a lo largo del recorrido, con especies como oropéndola europea, alcaudón real, collalba rubia, curruca cabecinegra, culebrera europea, águila calzada, busardo ratonero, colirrojo real, o mosquitero musical.

Como anécdota decir que el gentilicio de los habitantes de Valdelaguna es valdeguneros o “abubillos”.

Visitaremos las fuentes de la Tejera, María y Valviejo esta última en un  área recreativa que cuenta con bancos y mesas de madera, y columpios para los niños.

Las fuentes han sido restauradas, y se les ha habilitado unas rampas de piedra a los anfibios para entrar y salir de ellas sin problemas. Y en el área recreativa de Valviejo se ha construido una charca artificial para ellos.


(Fuente de Valviejo).

Durante la ruta nos cruzaremos con el antiguo trazado ferroviario que unía Morata de Tajuña con Colmenar de Oreja, y que coincide con una ruta más larga, la del páramo a la vega, que transcurre desde Colmenar de Oreja a Perales de Tajuña.


(Antiguo trazado ferroviario entre Perales de Tajuña y Colmenar de Oreja).

La ruta propuesta es una ruta circular de 10 kilómetros y 3 horas y 30 minutos de duración, de dificultad media.


(Ruta circular de dificultad media por Valdelaguna. Google maps).

Ficha técnica de la ruta.

-Tipo de ruta: circular.

-Dificultad: media.

-Punto de inicio y fin de la ruta: cruce con carretera M-315.

-Duración: 3 horas y 30 minutos, con paradas para ver aves.

-Distancia: 10 kilómetros.

-Desnivel: punto más alto, 769 metros. Punto más bajo, 677 metros.

-Época recomendable: todo el año.

Cómo llegar a Valdelaguna.

-En coche: coger la A-3 Madrid-Valencia hasta la salida 41. Luego tomar la M-317. 30 minutos.

-En autobús: línea 337 Madrid (Conde de Casal)-Valdelaguna. Luego desde la Plaza del Ayuntamiento debemos andar unos 20 minutos al comienzo de la ruta. 1 hora y 10 minutos en total desde Madrid.

-En bicicleta: Coger el metro hasta Arganda del Rey. Desde ahí la vía verde del Tajuña hasta Perales de Tajuña, y desde este pueblo, tomar la ruta de la vega al páramo. 1 hora y 50 minutos.

Recomendaciones de la ruta.

-Aunque se puede hacer en cualquier época del año, Otoño y Primavera son las estaciones más recomendables. Si optamos por hacerla en verano, madrugar y evitar el sol del mediodía.

-Llevar agua, ya que el agua de las fuentes no es potable.

-Cómo vamos a visitar una zona de anfibios, extremar las medidas contra el hongo que los está diezmando.

-Llevar botas. En época de lluvias los caminos se embarran con facilidad, y hay zonas que el caminar se hace casi impracticable.

-Toda la ruta está señalizada. Un pequeño tramo coincide con la ruta del “páramo a la vega”. Aquí prestaremos atención para no despistarnos.

Este es el relato de una ruta que realicé los primeros días de Septiembre de 2021.

Esta era una ruta que tenía en mente desde hacía mucho tiempo.

Aprovechando mi estancia en Madrid, y que nos encontrábamos en pleno paso post-nupcial, no me lo pensé dos veces y cogí en primer autobús que salía para Valdelaguna.

El recorrido desde Madrid me dejó comprobar los destrozos que había provocado la “Dana” que habíamos padecido el día anterior. Los daños eran muy visibles desde Colmenar de Oreja a Valdelaguna, pasando por Belmonte de Tajo. Y aquello me presagiaba que las pistas de la ruta iban a estar muy embarradas.

Después de callejear por las calles del pueblo con un paseo agradable de unos 20 minutos, crucé el puente sobre la M-317 y llegué al punto de inicio de la ruta. Un cartel indicaba el comienzo.

La primera especie del día poco tardó en aparecer, un escribano triguero, cantando encima de un almendro.


(Escribano triguero. Emberiza calandra).

Comencé a dejar atrás unas naves industriales, y al acercarme a una valla metálica, vi posado un alcaudón real , que no pude echarle una foto. Tras este, salieron volando un pequeño grupo de urracas.

Tenía de frente unas magníficas vistas de los montes que rodeaban el pueblo. Poco a poco se iba levantando la bruma de la mañana, lo que hacía las vistas aún más interesantes.


(Paisaje de la ruta de las fuentes en Valdelaguna).

El camino comenzaba a descender, serpenteando, y ya se mostraban los efectos de las lluvias torrenciales. En muchas de sus zonas había grandes surcos, tierra arrastrada y piedras, y había zonas que era difícil mantener el equilibrio.

Al girar una curva muy cerrada, en un almendro sorprendí a un verderón común, acompañado de unos cuantos jilgueros europeos.

Muy despacio, y esquivando muchas grietas llegué al fondo del valle, donde el camino ya era un auténtico patatal. Las botas patinaban, y tardé en atravesar una vaguada porque las botas se quedaron clavadas literalmente en el barro.

A mi izquierda, había una zona una mancha de monte mediterráneo con coscojas y encinas. En una de ella, estaban posadas, varias palomas torcaces.

A mi derecha había una zona de barbecho, y un gran almendro. De él salió volando una gran rapaz. Con la bruma no distinguí de que se trataba, podía ser un azor o un ratonero, pero la luz era muy mala, y me quedé con las ganas de ver de qué se trataba.

Y al poco rato, apareció la primera sorpresa de la mañana. De mi izquierda salió volando lo que parecía una collalba. Tuve la fortuna de que se posará en el barbecho, y me llevé la grata sorpresa al comprobar que se trataba de una collalba rubia occidental.


(Collalba rubia occidental. Oenanthe hispanica).

Estuvo posada un rato, lo que me permitió disfrutar de su bonito plumaje, y sacarla un par de fotos.

Comencé el ascenso a la fuente Tejera. El caminó está de lo más impracticable. La lluvia había arrastrado grandes piedras, y a pesar de las botas, tenía que esquivarlas, si no quería acabar con un esguince de campeonato.

Tras un camino tormentoso por el barro y las piedras llegué a la fuente Tejera. Allí pude ver muchos renacuajos, y la rampa de piedra que habían puesto para la entrada y salida de los anfibios.

Aproveché para hacer un alto y beber un poco de agua, y mientras estaba calmando la sed, en un cercano chopo se posó un papamoscas cerrojillo, muy abundantes en esta época de paso.

Seguí en ascenso hacia la segunda fuente, y tras un largo camino, me sorprendió no ver ningún ave. Parecía como si de repente, se hubiesen esfumado todas de golpe.

Llegué a una especie de altiplano con unas magníficas vistas, que incluían la sierra del Guadarrama, e incluso a lo lejos las torres de la Castellana.

En un pinar junto a una zona de barbecho aparecieron dos cogujadas montesinas persiguiéndose, que cuando se cansaron, optaron por descansar en lo alto de la copa de un pino.


(Cogujada montesina. Galerida theklae).

Un poco más adelante, el camino tenía mejor firme, no había barro y además era en pendiente descendente, lo que hizo que en poco tiempo llegase a la segunda fuente, fuente María.


(Fuente María. Se puede apreciar la rampa de piedra para anfibios).

Allí había una zona con matorral y arbustos, así que decidí hacer una espera para ver nuevas especies de aves.

Primero fue el turno para un impaciente carbonero común. Luego le tomó el relevo un herrerillo común, y poco después apareció un festival de mosquiteros musicales.

Seguí avanzado ya que el sol comenzaba a estar muy alto, y el fresco de la mañana iba remitiendo. El camino hacía un giro brusco de 180 grados, para adentrarse en una zona de almendros.

En uno de ellos me llevé la segunda sorpresa del día, un bonito ejemplar de colirrojo real macho. Una pena no poder sacar una foto a esta bella ave.

En la zona de la derecha del camino, volvía a aparecer una mancha de monte mediterráneo, con una zona de arbustos cerrada, ideal para currucas, así que hice un alto en el camino y esperé a ver que salía. Allí añadí dos más para la lista, curruca zarcera, que estaba en paso, y curruca cabecinegra.

Llegué al cruce con la senda del páramo y la vega. Se podía ver el antiguo trazado de la vía a Colmenar de Oreja.

Había un cartel que indicaba a Valdelaguna, y me fie del cartel, y comencé a bajar. Al rato de cruzar una zona de viñedo me di cuenta de que me había equivocado de camino, así que decidí volver a subir, habiendo gastado muchas fuerzas por lo mal que estaba el camino, pero por lo menos reconfortaban las vistas desde arriba de este.

En lo alto de un coscojar, estaban muy activas un gran grupo de golondrinas comunes, que intuía que se estaban dando un buen festín con los mosquitos. Al rato lo corroboré porque se unieron a la comilona varios vencejos pálidos, y poco después, otros tantos aviones comunes.

Cuando las fuerzas me empezaban a fallar por fin vi el cruce de la carretera a Morata. Ya sólo me quedaba un rato para llegar a área recreativa de Valviejo y poder sentarme un rato en sus bancos.

Nuevamente otra zona de monte mediterráneo.

Según iba avanzando por el camino, iban levantando de los arbustos y coscojas aledañas pequeños pajarillos como pardillos comunes y serines vercecillos.

Echaba en falta a lo largo de la ruta de haber visto alguna rapaz, salvo que la que no pude identificar. Y cuando pensaba que en la lista no iba a apuntar ninguna de esta especie llegó la tercera sorpresa del día. Un elegante ejemplar de culebrera europea que tuve la suerte de que planeara sobre mi varias veces, lo que me permitió sacarla varias fotos.


(Culebrera europea. Circaetus gallicus).

El sol ya era molesto, así que aproveché la sombra y el fresco del pequeño bosque de ribera de la zona de Valviejo para descansar y ver al última fuente del recorrido. Junto a ella había una charca artificial para anfibios, que desgraciadamente estaba seca.

Tras reponer fuerzas en los bancos y mesa de madera, rastreé un poco el bosque de ribera, donde sumé para la lista, gorrión común, mirlo común, y tórtola turca.

Crucé la carretera con precaución, y los lados de su calzada se extendían zonas de viñedos y olivares. En uno de ellos había picoteando varias cogujadas comunes.

Poco a poco la carretera iba descendiendo ya se veían a lo lejos las primeras casas del pueblo.

Después de una buena caminata vi la nave industrial del punto inicio de la ruta. Justo a tiempo para bajar y coger el autobús de regreso a Madrid.

Antes de cruzar el puente de la carretera a Morata, un buen bando de estorninos negros cerraba la lista, de esta jornada tan interesante.

¡A qué esperáis para colgaros los prismáticos y la cámara, y disfruta de esta ruta tan interesante!

¡Felices avistamientos!

Rafita Almenilla.

Para terminar subo la lista de especies avistadas durante la ruta.

FAUNA RUTA DE LAS FUENTES

AVES

Alcaudón real

Avión común

Carbonero común

Cogujada común

Cogujada montesina

Colirrojo real

Collalba rubia occidental

Culebrera europea

Curruca cabecinegra

Curruca zarcera

Escribano triguero

Estornino negro

Golondrina común

Gorrión común

Herrerillo común

Jilguero europeo

Mirlo común

Mosquitero musical

Paloma torcaz

Papamoscas cerrojillo

Pardillo común

Serín verdecillo

Tórtola turca

Urraca

Vencejo pálido

Verderón común

Fuentes consultadas.

-Google maps.

-Wikiloc.