RUTA POR RIVAS-VACIAMADRID: EL SOTO DE LAS JUNTAS.
Ruta por el Soto de las Juntas.
Naturaleza salvaje entre ríos.
El municipio de Rivas-Vaciamadrid
está enclavado en pleno Parque Regional del Sureste. Este gran espacio
protegido de 31550
hectáreas de extensión contiene numerosos valiosos ecosistemas
como bosques de ribera, coscojares, pinares de pino carrasco, estepas
cerealistas, cantiles de yeso y lagunas artificiales generadas a partir de la
extracción de áridos.
Llama poderosamente la atención
como un espacio sometido a tanta presión humana y con tantos impactos
ambientales como autovías, vertederos, polígonos industriales, huella sonora
del aeropuerto o incineradoras, todavía contenga una diversidad biológica tan
rica y variada, con especies de aves tan amenazadas como halcón peregrino,
avutarda, carraca, pato colorado o milano negro.
Rivas-Vaciamadrid a tan sólo 19 kilómetros del
centro de Madrid es el corazón del Parque Regional. En este municipio tenemos
tres de los iconos más representativos del espacio protegido: la Laguna del
Campillo, hábitat de la collalba negra y búho real entre otras especies, cantiles
de la Marañosa, con halcón peregrino y milano negro, y la Laguna del Soto de
las Juntas, con avetorillo, pato colorado y calamón, como especies más atractivas
qué se pueden contemplar.
La laguna del Soto de las Juntas se
encuentra enclavada como su nombre indica entre los ríos Manzanares y Jarama.
Justo en la desembocadura del río Manzanares con el Jarama, encontramos el paraje denominado “Junta de los ríos”, un lugar ideal para observar martinete,
porrón europeo o garza imperial.
La ruta propuesta es un recorrido
por el cauce del Manzanares con vistas a los cortados de la Marañosa, visita a
la Laguna del Soto de las Juntas, parada en la “Junta de los ríos", paseo por la
orilla derecha del Jarama, para otra vez terminar en la Laguna del Soto de las
Juntas.
Un recorrido de unas 3 horas de
duración aproximada, con nivel bajo de dificultad, y qué hará las delicias de
los ornitológicos más aficionados, visitando gran variedad de ecosistemas como
bosque de ribera, cantiles de yeso, carrizales, y pinares de repoblación.
(Ruta circular por la Laguna del Soto de las Juntas y junta de los ríos).
Acceso a la laguna del Soto de las
Juntas:
-En transporte público. Tomar la línea 9 de Metro. Desde Madrid se
tardan unos 40 minutos aproximadamente. Al salir de la estación coger una
rotonda a la derecha, pasando por debajo de las vías del
metro. Cruzar un puente sobre la A-3 y desde allí llegaremos al aparcamiento
donde comenzaremos la ruta.
-En coche. Coger la A-3 dirección
Arganda del Rey. Tomar la salida 19, y buscar una indicación a Escuela de
Protección Civil, o Depuradora Sur-Oriental. Justo a la salida de la autovía a
pocos metros nos encontramos con el aparcamiento. Desde Madrid unos 25 minutos
aproximadamente.
-En bicicleta. El recorrido por el entorno
de la laguna es ideal para hacerlo en bici. Desde la estación de metro de
Rivas-Vaciamadrid.
El Soto de las Juntas y su laguna,
son un espacio a los qué les tengo mucho cariño, pues es un lugar qué suelo visitar con mucha frecuencia, y en qué realicé el censo de aves invernantes para
el Atlas qué publicó recientemente la Sociedad Española de Ornitología. De ahí
qué esta nueva entrada al blog tenga un especial significado.
Este es la crónica de una salida
qué realicé a primeros de Abril, donde ya comenzaban a verse los primeros
milanos negros, y donde las estivales ya iban ocupando el nicho qué poco a poco
iban dejando las invernantes.
Rivas-Vaciamadrid, se ha ganado a
pulso el apelativo de “pueblo de las cigüeñas”.
Resulta curioso observar como esta
especie tan cosmopolita ha construido sus nidos en lugares inverosímiles.
(Nido de cigüeña blanca en las cercanías de la estación de metro de Rivas-Vaciamadrid).
Al bajar del metro, en unas antenas
del andén, me detuve a ver una pareja de cigüeñas blancas como alimentaban a
sus recién nacidos cigoñitos.
Estas monumentales obras de
ingeniería qué son sus nidos, son utilizados por otras especies a modo de
cobijo. Este en concreto era habitado por una nutrida colonia de gorriones
morunos.
A la salida de la estación de metro
pude comprobar qué otro nido estaba ocupado por unos escandalosos estorninos
negros.
Mientras cruzaba el puente sobre la
A-3 poco a poco iba abandonado en casco urbano de Rivas y con él las especies
más asociadas al hombre como gorriones comunes, jilgueros y verdecillos.
Justo en lo más alto del puente se
me presentaba la imagen quizás más conocida de todo el Parque Regional, los
impresionantes cantiles de yeso de la Marañosa, donde a lo lejos ya se
empezaban a ver los majestuosos vuelos de los primeros milanos negros.
(Entrada al Soto de las Juntas con los cortados yesíferos de la Marañosa como telón de fondo).
Tras dejar el aparcamiento y cruzar una
empalizada qué impide la entrada de vehículos, una gran formación de tarayes
flanquean el camino en dirección a la laguna.
Estos tarayes son aprovechados por
pequeños paseriformes, y un sitio ideal para los ruiseñores comunes, qué ya se
dejaban oír con sus melodiosos cantos. Tras varios intentos para avistar algún
ejemplar, fue infructuoso, y a cambio me tuve qué conformar con la aparición de
un macho de carbonero común.
Subí un talud para ver el cauce del
Manzanares y una pareja de ánades reales salieron volando
nerviosamente ante mi presencia.
Entre una enmarañada formación de
carrizos una nutrida bandada de mosquiteros comunes hacían honor a
su nombre y se lanzaban en picado ante una bulliciosa nube de mosquitos.
Retomé el camino de laguna y entre
la formación de tarayes volví a probar suerte con los ruiseñores comunes. Esta
vez tampoco hubo suerte y de rebote anoté otra especie para lista, una curruca
capirotada hembra.
Para intentar avistar especies
nuevas, varié mi recorrido habitual por el cauce del Manzanares, y me desvié
por la profundidad de un bosque de galería cerrado formado por chopos y
fresnos. La tentativa dio sus frutos y lo alto de un chopo dos pájaros
moscones se peleaban por unas briznas de un carrizo con el qué
construir su nido.
Antes de dejar el bosque galería un
avispado agateador común jugaba al escondite en el tronco de un fresno
de gran porte.
Retorné al camino qué me volvió a
llevar por el cauce del Manzanares y a lo lejos contemplé otra vez los majestuosos
cantiles, coronados por pinares de repoblación de pino carrasco. Por sus copas
dos busardos
ratoneros planean en busca de algún incauto conejo, y sus vuelos de
caza asustan a una pequeña bandada de escandalosas grajillas.
A los pocos minutos ya se veía la
lámina de agua de la Laguna del Soto de las Juntas. La delataban los típicos
cantos estridentes de las fochas comunes en sus orillas.
(Laguna del Soto de las Juntas, hábitat de especies tan interesantes como avetorillo, calamón, pato colorado o zampullín cuellinegro).
Me acomodé en uno de los cuatros
hiddes qué hay en la orilla de la laguna y empecé a hacer un barrido con los
prismáticos. Iban apareciendo poco a poco fochas comunes, somormujos lavancos, y
una pequeña colonia de espectaculares zampullines cuellinegros.
Después de este merecido descanso
continué el camino a la Junta de los ríos.
En la orilla del Manzanares volví a oír el canto de los ruiseñores comunes, y justo cuando se percataron de mi
presencia y dejaron de cantar, me sorprendió el canto de una tórtola europea, una
especie qué sigo desde hace mucho tiempo y sólo he tenido la ocasión de ver una
vez. El resultado fue decepcionante debido a la importante masa forestal de
esta zona del río y lo bien qué se ocultan.
Pero el disgusto se pasaría pronto
cuando oí un canto conocido qué ya
había oído este año en las estepas de Torrejón de Velasco. ¡Un bello ejemplar
de críalo!.
(Ejemplar de críalo a orillas del río Manzanares).
Tuve la suerte de poderme recrear
unos cuantos minutos con él a través de los prismáticos e incluso hacerle un
par de fotos.
Tras esta buena experiencia y sin
apenas novedad, salvedad de muchos ejemplares de milanos negros volando a poca
altura llegué al paraje de la Junta de los ríos.
(Paraje de la "Junta de los ríos", donde el Manzanares desemboca en el Jarama).
Y aquí llegaría la segunda sorpresa
del día. En un viejo tronco a la orilla del Jarama había una inmensa bola de
plumas donde no se le veía la cabeza. Tras un minucioso reconocimiento con los
prismáticos pude comprobar qué se trataba de un martinete.
Estaba tan absorto con el avistamiento
qué no me dí cuenta qué a pocos metros de él otro ejemplar contemplaba mis
evoluciones a modo de escena de “cazador cazado”.
Tras varios minutos de
contemplación decidí dejarlos tranquilos y continué la marcha aguas arriba del río Jarama.
En un tronco en medio del río un
gran galápago leproso tomaba el sol y justo detrás de él, una garza
real se acicalaba el plumaje con su afilado pico.
(A pesar de la mala calidad de las aguas, y la competencia con la tortuga de Florida, aún se pueden contemplar algunos ejemplares de galápago leproso en el río Jarama).
Volví a oír el canto de la tórtola
común, pero nuevamente me tuve qué conformar con el avistamiento de otra
especie, un bonito pico picapinos.
En una gran extensión de carrizo y
perfectamente mimetizada, una esbelta garza imperial estaba en posición de
caza, con la intención de llevarse algún incauto pececillo al pico. Era tan
bueno su camuflaje, qué había momentos qué no la localizaba con los prismáticos.
Decidí no molestar más y continué mi camino hacia la laguna.
En el mismo cauce del Jarama existe
un antiguo búnker de la Guerra Civil qué acabó allí por el cambio de un meandro
del río, y resulta curioso ver como las aves lo han usado a modo de posadero de
isla artificial. En este caso era usado por una bandada de porrones europeos, para
tomar el sol y secarse las plumas.
(Un búnker de la Guerra Civil en el cauce del Jarama es aprovechado como descansadero para algunas especies de aves. En este caso porrones europeos y ánades reales).
A escasos metros me entretuve
intentando fotografiar a dos porrones y no me dí cuenta de qué entre ellos
había otro martinete. ¡Tres en un día,
no estaba mal!.
(Martinete y porrones europeos en el río Jarama).
Llegué a los otros dos hiddes qué
están en la orilla opuesta de la laguna.
Tenía esperanza de ver el calamón,
qué tantos años me había costado verlo en este zona.
Me tomé mi tiempo en rastrear hasta
el último rincón del carrizal de la laguna.
Fueron apareciendo las mismas
especies de la otra zona de los hiddes, y me llamó la atención la presencia
tardía de unos cuantos ejemplares de cucharas europeos. Los últimos
invernantes en estos días de la recién estrenada primavera.
Tras ellos aparecieron a modo
anecdótico dos hembras y un macho de pato colorado, este último sin el típico copete
de la época de celo.
Tras muchos minutos de paciencia,
aparecieron entre el espeso carrizal dos magníficos ejemplares de calamones
comunes, qué ponían el broche final a este excursión tan interesante.
¡A qué esperáis para coger vuestros prismáticos y cámara
de fotos y disfrutar de este espacio tan interesante a escasos kilómetros de la
Puerta del Sol!.
© Rafita Almenilla.
Como es habitual para acabar, adjunto
lista de fauna avistada en la ruta.
FAUNA DEL SOTO DE
LAS JUNTAS ESPECIES
|
||
AVES
|
REPTILES
|
MAMIFEROS
|
Agateador
común
|
Galápago
leproso
|
Conejo
|
Ánade
real
|
||
Busardo
ratonero
|
||
Calamón
|
||
Carbonero
común
|
||
Cigüeña
blanca
|
||
Críalo
|
||
Cuchara
europeo
|
||
Curruca
capirotada
|
||
Estornino
negro
|
||
Focha
común
|
||
Garza
imperial
|
||
Garza
real
|
||
Gorrión
común
Gorrión moruno
|
||
Grajilla
|
||
Jilguero
|
||
Martinete
|
||
Milano
negro
|
||
Mosquitero
común
|
||
Pájaro
moscón
|
||
Pico
picapinos
|
||
Somormujo
lavanco
|
||
Verdecillo
|
||
Zampullín
cuellinegro
|
Hola Rafa,
ResponderEliminarLo primero de todo, muy interesantes tus posts, gracias por publicar artículos con este tipo de contenido tan divulgativo y esencial para dar a conocer el medio ambiente.
Llevo varios meses viendo decenas de tortugas de florida en las orillas del Jarama a la altura de las Lagunas del Campillo, pero no consigue divisar ni un solo galápago leproso. No sé si han terminado de desaparecer por la zona. ¿Tú has visto alguno recientemente? Gracias y saludos
Hola. Muchas gracias por tus comentarios. La tortuga de Florida está haciendo grandes estragos en nuestras especies de galápagos autóctonos, tanto el europeo como el leproso. El año pasado vi dos cerca del Centro de Educación Ambiental del Campillo. El último lo vi en el río Alberche en la Vía Verde de Picadas. En próximos semanas le dedicaré un post a aquella zona. Te animo a que sigas el blog, y si tienes cualquier otra duda, no dudes en preguntarme. Será un placer responderte. Gracias y un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por la respuesta. Seguiré de cerca el blog. Saludos!
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