jueves, 31 de octubre de 2024

RUTA POR PINTO

 

Parque Juan Carlos I. Pulmón verde de Pinto.

Qué los parques urbanos son islas de biodiversidad, queda fuera de toda duda. Son refugios para la fauna urbana, donde encuentran recursos como agua, alimento, protección contra los depredadores, o contra la huella sonora de las ciudades.

Tenemos muchos ejemplos en todo el mundo como Hyde Park en Londres, Central Park en Nueva York, Parque de Monsanto en Lisboa o Tierganten en Berlín.

Muchos de ellos son lugares de descanso para aves en sus pasos migratorios, donde pueden reponer fuerzas, para continuar con energías renovadas en su retorno a sus lugares de origen.

Tanto en la migración prenupcial como en la post-nupcial, si nos acercamos a algún parque que tengamos cerca de casa, podremos observar el trasiego migratorio de especies tan interesantes como papamoscas grises, papamoscas cerrojillos, colirrojos reales, mosquiteros musicales, o torcecuellos euroasiáticos.

Unos de los parques urbanos donde podremos disfrutar de ambos pasos migratorios en el Parque Juan Carlos I, de Pinto.

Abierto en 1997 e inaugurado el año siguiente, cuenta con 55 hectáreas de extensión. Dentro de este encontramos un lago de 2000 metros cuadrados, y diferentes instalaciones como un área de educación vial, columpios, una pajarera con pavos reales y otras especies ornamentales, restaurante, terraza, área canina, y el Centro Hípico de Pinto.

En cuanto a la vegetación del parque, diremos que existen 4800 árboles de 177 especies distintas como arce, pino piñonero, chopo, ciprés, sauce llorón, ciruelo, árbol del paraíso, olmo de Siberia u olivo.

A las especies residentes típicas de todo parque urbano como urracas, palomas torcaces, mirlos comunes, gorriones molineros, o estorninos negros, podemos encontrar con algunas especies presentes en el aledaño Parque del Sureste. Alguna de ellas son cogujada común, abejaruco europeo, o milanos reales y negros en vuelo.


(Ruta circular de 2 horas de duración por el Parque Juan Carlos I).

Ficha técnica de la ruta

-Tipo de ruta: circular.

-Dificultad: baja. Ideal para hacerla con niños.

-Desnivel: prácticamente nulo. Sin pendiente.

-Duración: 2 horas. Con paradas para ver aves.

-Punto de inicio y final de la ruta: estación de cercanías de Pinto.

Como llegar.

-En coche: coger la Nacional IV hasta la salida 20. Luego la calle Alpujarras, y posteriormente la calle Pablo Picasso.

-En tren: línea C3. 23 minutos desde Atocha. Desde la estación, hasta la entrada al parque, 15 minutos andando.

-En autobús: línea 421 Madrid (Legapzi)- Pinto. Bajarse en la intersección de las calles Cañada Real de Toledo-Méjico. 45 minutos desde Madrid.

-En bicicleta: 10 minutos desde la estación de cercanías.

Este es el relato de una ruta que realicé a mediados del mes de Septiembre de 2024.

Ya es una tradición que después de mis vacaciones veraniegas en mi pueblo, Cabeza del Buey (Badajoz), me acerque a algún parque urbano a observar la migración post-nupcial. Además, quería quitarme en sinsabor, de la mala experiencia que tuve el día anterior en las Lagunas de Velilla de San Antonio.

Fui a este humedal a observar un grupo de cercetas carretonas precisamente en migración, y fue imposible debido a que estaban cazando justo a la otra orilla del río Jarama.

Pensé que pajarear tranquilamente en un parque urbano me quitaría el estrés del día anterior, pero esa mañana no podía imaginar lo que iba a oír dentro del parque.

Llegué a Pinto en el tren de cercanías, y tardé unos 15 minutos andando en llegar a la puerta del parque.

Sólo quedaba una semana para la entrada del otoño, y Septiembre continuaba con su tónica calurosa.

Accedí al parque por una puerta secundaria cercana al pabellón deportivo y allí había un cartel con la vegetación del parque, e itinerarios para visitarlo.


(Cartel informativo con la vegetación del Parque Juan Carlos I de Pinto).

Nada más entrar en el parque, me sorprendió la cantidad de conejos que había dentro de él. En un talud, había multitud de conejeras, y poco se asustaban de mi presencia.


(Conejo. Oryctolagus cuniculus).

Llegué a la puerta principal, donde cerca de ella, había un pequeño canal que llevaba agua. A pocos metros de ese canal, había una zona abierta, debajo de unos algarrobos donde vi la primera especie migratoria. Un papamoscas cerrojillo tan abundantes en aquellas fechas.


(Papamoscas cerrojillo. Ficedula hypoleuca).

Y casi sin darme cuenta, cerca de este, subido en una rama del algarrobo una hembra de colirrojo real otra especie típica de la migración post-nupcial. De hecho era el primero que veía en el año, ya que en la pre-nupcial no pude ver ningún ejemplar.

Muy cerca del algarrobo, dos urracas comunes juveniles picoteaban el suelo, intentando llevarse algo al pico.


(Urraca común. Pica pica).

Poco después llegué al lago, y los estragos del calor se hacían notar en él. Había bajado de capacidad, y en un rincón se había formado una sucesión de charcos con barro, muy interesantes para ver si se avistaba algún limícola. Estuve un buen rato barriendo con los prismáticos la zona, y me tuve que conformar con dos lavanderas blancas.


(Lago en el Parque Juan Carlos I de Pinto).

Desde la terraza del restaurante, tenía una buena visión del estanque, y justo en el centro de este, vi un pequeño grupo de ánades reales.

Casi al instante, vi pasar dos golondrinas comunes, de las últimas, listas para la migración, que seguro que estaban cogiendo fuerzas a base de atiborrarse de mosquitos del lago.

En una farola pegada al lago, había posada una gaviota sombría, seguramente procedente del cercano vertedero de Pinto.


(Gaviota sombría. Larus fuscus).

Giré a la izquierda y comencé a ascender por una riachuelo seco que desembocaba en el lago. Allí vi un aláudido, que no distinguía por tener el sol de frente. Cuando pude colocarme en un sitio de sombra, puede comprobar que se trataba de una cogujada común.

Me paré un rato a mirar el cielo a ver si veía volar alguna rapaz, ya que comentaba a calentar y estábamos como siempre digo en la “hora de las rapaces” a eso de las 12 solares. Y fui sorprendido por una ráfaga de ruido de disparos que sonaban muy cercanos. La consecuencia fue ver como un grupo de cientos de palomas torcaces se refugiaban dentro del parque.

No me podía creer que estuviesen cazando dentro del parque ya que los disparos cada vez se oían más cerca.

La explicación la encontré un poco más arriba. La nacional IV, limitaba con el parque, y detrás ella, estaban cazando. Así que decidí despegarme de la autovía e internarme el olivar de parque.

Antes de llegar a él, vi unas grandes pajareras donde tenían pavos reales, y donde unas cuantas tórtolas turcas, aprovechaban para comerse parte de su pienso.

Tras un recorrido poco provechoso por el olivar, al alzar la vista, por fin pude ver una rapaz. Se trataba de un milano real, que sería de los primeros aventureros a empezar a bajar del norte de Europa, o bien de los pocos que se quedan todo el año.

La lista era muy escasa, así que decidí volver al lago para tratar de sumar nuevas especies. Decidí hacer una espera en una zona de arbustos, a ver si animaban los pequeños pajarillos.

Primero hicieron acto de presencia dos petirrojos europeos. Luego le tocó el turno a cuatro jilgueros europeos. Después un grupo de pardillos comunes que iban beber a unos charcos cercanos, que se mezclaron con otro grupo numeroso de gorriones comunes que ya estaban bañándose.

El día no estaba siendo propicio para alcanzar las 20 especies mínimas que siempre me exijo cuando hago una ruta, así que decidí hacer un último intento en el canal del agua.

Allí haciendo una espera sólo pude sumar tres especies más: mirlo común, curruca cabecinegra  y verderón común.

Decidí concluir la ruta, ya que el calor de mediodía apretaba con fuerza. Y me volví a coger en tren de vuelta con el sabor amargo de no haber llegado a esas veinte especies.

Así que el año que viene repetiré, pero en la migración prenupcial, que seguro que se dará mejor, que aquel día de Septiembre.

¡A qué estáis esperando para visitar este parque!

¡Felices avistamientos!

@ Rafael Almena.

Como es tradición, acabo con el listado de especies vistas en la ruta.

FAUNA DEL PARQUE JUAN CARLOS I DE PINTO

AVES

MAMÍFEROS

Ánade real

Conejo

Colirrojo real

Curruca cabecinegra

Gaviota sombría

Golondrina común

Gorrión común

Jilguero europeo

Lavandera blanca

Milano real

Mirlo común

Paloma torcaz

Papamoscas cerrojillo

Pardillo común

Petirrojo europeo

Tórtola turca

Urraca común

Verderón común