miércoles, 1 de enero de 2020

RUTA POR PARLA


Arroyo de Humanejos. La importancia de un insecto.

Muchas veces la protección de especies en peligro no es muy equitativa. Se suele dar más importancia a especies más vistosas y que despiertan más simpatías entre el público en general como son las aves, mamíferos y algunos reptiles.
Como botón de muestra podemos citar especies tan famosos como el águila imperial, lince ibérico o el camaleón.
Aunque estas tres especies se encuentran en peligro de extinción y se trata de especies bandera para los ecosistemas a proteger donde habitan, así como el resto de especies con las que comparten nicho ecológico, muchas veces no se le da la importancia que se merece a otras especies animales menos llamativas o más desconocidas. Este es el caso de los insectos.
En este blog he hecho referencias al emblemático y escaso escarabajo avispa. Un endemismo ibérico descubierto en la década de los 90 del siglo pasado y que en la Comunidad de Madrid, podemos encontrar pequeñas poblaciones dispersas en el Sur y Sureste, en municipios como Rivas-Vaciamadrid, Valdemoro o Aranjuez.
En el año 2008 se descubrió una pequeña población de este insecto en las inmediaciones del Arroyo de Humanejos, en el término municipal de Parla.

(Escarabajo avispa. Plagionotus marcorum. En el entorno del Arroyo de Humanejos de Parla, existía una pequeña población de este escaso insecto).

Una muestra más de la riqueza medioambiental que posee este arroyo, a pesar de estar sometido a una gran presión medioambiental.
El Arroyo de Humanejos nace en Humanes de Madrid. En su inicio lo componen dos arroyos: el de Mascatelares y el de  Valdehondilla.
A la altura del Hospital Infanta Cristina de Parla, se unen ambos formando el propio Arroyo de Humanejos. Aguas abajo atraviesa el Parque de las Comunidades de Parla, y cuando llega al municipio de Torrejón de Velasco, se le conoce con el nombre de Arroyo Guatén. Tras recorrer varios kilómetros por tierras madrileñas y toledanas, desembocará en el río Tajo en las cercanías de Villaseca de la Sagra.
En su cauce, en la zona de Parla, aún conserva a duras penas un pequeño reducto de bosque galería compuesto por especies como álamos, chopos, sauces, fresnos, tarayes, majuelos, zarzas y juncos. En sus inmediaciones hay formaciones de retamares, y antiguas plantaciones de almendros.
El Arroyo es un auténtico corredor ecológico que une la IBA “Secanos de Valdemoro-Torrejón de Velasco” con las estepas de la Sagra, y el valle del Tajo.
Este pequeño oasis de biodiversidad, es un foco de atracción para las aves en un ambiente estepario y tan humanizado. Así, en nuestros paseos por el entorno del arroyo, nos encontraremos con especies tan interesantes como perdiz roja, pito real, colirrojo real, oropéndola, mito, o papamoscas cerrojillo. La abundancia de conejos y otras pequeñas presas, hace que sea una zona de campeo para numerosas rapaces como milano real, busardo ratonero, y otras carroñeras como incluso ejemplares divagantes de buitre negro. En el arroyo y su entorno se han llegado a contabilizar hasta 105 especies de aves.
A esta riqueza natural, hay que sumarle la riqueza arqueológica, ya que la zona norte del arroyo se encuentra el yacimiento funerario de Humanejos, con restos del Calcolítico y Edad del Bronce.
A pesar de estos valores naturales e históricos este espacio natural, que es la zona de ocio y esparcimiento de Parla, se encuentra en una situación de gran degradación.
A los vertidos de aguas residuales del hospital y de las numerosas urbanizaciones que lo rodean, hay que añadirle una presión urbanizadora constante, tanto en Parla, como con el nuevo plan urbanístico aprobado en Torrejón de Velasco.
Una importante zona de bosque de ribera ha sido destruida al construir unas escolleras para canalizar su cauce.

(Arroyo de Humanejos canalizado a la entrada del Parque de las Comunidades de Parla).

También existen focos de vertidos incontrolados por algunos puntos de los caminos que rodean el arroyo.
El Ayuntamiento ha tratado de paliar la situación, realizando numerosas plantaciones en los últimos años, pero la dejadez continúa siendo patente por parte de las administraciones y ha sido denunciado por asociaciones ecologistas como ARBA.
La ruta propuesta es una ruta lineal de 7 kilómetros de recorrido y 2 horas y media de duración, desde el Hospital Infanta Cristina, a las lagunas de las vías del AVE, pasando por el Parque de las Comunidades.

(Ruta lineal de dificultad media de 2 horas y media de duración por el Arroyo Humanejos).

Fichas técnica de la ruta.
-Tipo de ruta: lineal.
-Punto inicial y final de la ruta: parada de autobuses del Hospital Infanta Cristina a Avenida de las Galaxias en Parla-Este.
-Distancia: 7 kilómetros.
-Desnivel: prácticamente llano.
-Dificultad media: por la distancia a recorrer.
-Duración: 2 horas y media, con paradas para ver aves.
-Patrimonio natural: Arroyo Humanejos, Parque periurbano “Las Comunidades”, y lagunas del Arroyo Guatén.
-Patrimonio histórico y arqueológico: Yacimiento de Humanejos.
-Accesos a Parla.
-En coche. Coger la A-42 Madrid-Toledo hasta la salida 24. 30 minutos desde Madrid.
-En autobús. Línea 463 Madrid (Plaza Elíptica)-Torrejón de Velasco. Bajarse en la parada del hospital Infanta Cristina. Para la vuelta coger el autobús de la línea 469 Madrid (Plaza Elíptica)-Parla Este, en la parada del a Avenida de las Galaxias. 35 minutos desde Parla.
-En bicicleta. Desde la estación de Cercanías Parla Centro al hospital son 15 minutos en bici. El resto del recorrido se puede hacer en bici por un camino paralelo al arroyo.
Recomendaciones para la ruta.
-La ruta es ideal para hacerla en primavera y otoño, en los pasos migratorios de aves. El resto del año también nos puede deparar sorpresas.
-En días de lluvia el camino suele estar muy embarrado, por lo que es recomendable llevar botas.
-El horario de apertura y cierre del Parque de las Comunidades es de 10.00 a 20.00. Consultar previamente en la página del ayuntamiento, por si este horario puede variar.
-En los alrededores del arroyo existen numerosas zonas de cultivo. No salirse de los caminos y respetar las propiedades privadas.
-En la zona del estanque de tormentas y las lagunas en época estival suele haber mosquitos. Llevar protección.
Este es el relato de una ruta que realicé la penúltima semana del mes de Diciembre de 2019.
Penúltima semana del mes de Diciembre de 2019. Tras unas semanas de intensas lluvias provocadas por el sucesivo paso de un tren de borrascas, el anticiclón se instaló de manera apabullante, propiciando un tiempo de lo más primaveral, para los primeros días de invierno.
La parada del autobús del Hospital Infanta Cristina de Parla se encontraba muy cerca del cauce del Arroyo Humanejos.
La tarde era muy soleada, con un poco de fresco, pero con una temperatura muy suave, para la época del año en la que nos encontrábamos.
No tarde mucho en colgarme los prismáticos al cuello y observar la primera especie de la lista. Un inquieto gorrión común, que trataba de ocultarse tras las ramas de un olmo.
Por encima de los chalets de una urbanización cercana, pasó volando la silueta de una rapaz. Cuando pude enfocar bien con los prismáticos pude comprobar que se trataba de un milano real, tan frecuente en zonas llanas, en la época invernal, aunque de invernales tuviesen poco.

(Milano real. Milvus milvus).

Caminé por el puente que cruzaba la rotonda por encima del cauce del arroyo. Pude comprobar in situ, lo degradado que estaba el arroyo. Canalizado parte de su cauce con una gran escollera, vertidos sólidos, y la calidad del agua dejaba mucho que desear.
Irónicamente, a la izquierda del cauce había un cartel informativo que resaltaba la riqueza natural del arroyo y abogaba por su protección.

(A pesar de su riqueza medioambiental, el Arroyo de Humanejos sufre importantes impactos medioambientales).

Me pegué al camino de tierra de la margen derecha del arroyo. Allí pude contemplar una buena línea de vegetación de ribera, qué aún aguantaba a duras penas. El trasiego de pequeños pajarillos comenzó a ser constante.
Primero avisté a un grupito de jilguero europeos en las ramas de un álamo.
Poco después le tocó el turno a una nutrida bandada de pardillos comunes. Los machos con el plumaje más apagado que en época de celo.
En la zona derecha del camino, la vegetación era de carácter estepario, con retamas, romero y algún almendro disperso, y una pequeña plantación de pinos y otras especies arbóreas.
En un plantón, en lo más alto de sus ramas, se posó un bello ejemplar de colirrojo tizón macho, que colaboró para dejarse fotografiar.

(Colirrojo tizón. Phoenicurus ochruros).

Las bandadas de paseriformes volvieron con fuerza, con un gran bando de serines verdecillos. Al poco rato, se le unieron una bandada mixta de pinzones vulgares  y pardillos comunes.

(Serines verdecillos. Serinus serinus).

El bosque galería del arroyo era un foco de atracción para las aves, y no paraban de entrar en él, de los campos de cultivos cercanos.
Tras ver a una pareja de mirlos comunes, en un junco cercano, jugaban a perseguirse tres traviesos mosquiteros comunes.
De vez en cuando echaba un ojo a la zona esteparia que se extendía hasta el pueblo de Torrejón de Velasco, a ver si veía alguna rapaz, pero no hubo suerte. Lo que si vi, fue una bisbita pratense, que estaba posada en un cable de una torreta eléctrica, y la detecté por su canto.

(Bisbita pratense. Anthus pratensis).

Había varios tramos donde el arroyo llevaba poco caudal, y se podía atravesar de orilla a orilla. Decidí cambiar de orilla y hacer una espera a ver que bajaba a beber. Y allí vi a un verderón común saciando su sed en el cauce del arroyo.
Volví subir a la pista de tierra, y otra vez me pegué a la vegetación de ribera. Mientras observaba un algarrobo donde había un pequeño bando de serines verdecillos, no me percaté que estaba posado un pito real ibérico, que cuando detectó mi presencia salió volando, dando su característico reclamo en forma de relincho.
Mientras me encaminaba a la entrada del Parque de las Comunidades, me deleitaba con las pequeñas charcas que se habían formada por las pasadas lluvias, y eran muy atractivas para anfibios.
Justo a la entrada del parque, había un pinar con pinos de un porte muy alto, y en sus copas estaban posadas varias palomas torcaces y estorninos negros.
Un pequeño puente volvía a cruzar el arroyo, y en un zarzal había posado un petirrojo europeo. Eché un vistazo al cauce del arroyo y allí había posada una lavandera cascadeña, que por muy poco no se dejó fotografiar.
Al final del puente había en una valla, una plantación de arizónicas, y muy cerca de estas, había tres tórtolas turcas picoteando el suelo.

(Tórtolas turcas. Streptopelia decaocto).

Justo al entrar al parque, me topé con una pista de atletismo. Junto al césped tomaba el sol plácidamente una lavandera blanca.
A la izquierda de la pista había otro pinar, y empecé a rastrearlo en busca de páridos. Y dentro de él pude sumar dos especies nuevas: carbonero común, y herrerillo común.
A la entrada al parque el cauce del arroyo cambiaba completamente, y perdía su fisonomía salvaje. Se encontraba completamente canalizado, sin apenas vegetación en sus bordes.
El parque estaba muy concurrido, por la buena tarde que hacía.
Al acercarme a la orilla del lago, me vi invadido literalmente por una horda de ánades reales. Junto a ellos, muchos gorriones comunes llevándose al pico la comida que le daba la gente.
En la otra orilla del lago, vi que unos niños estaban dando de comer a los patos  y tardé un poco en percatarme que entre ellos había varios ejemplares de gansos del Nilo, y fui a fotografiarlos.

(Gansos del Nilo. Alopochen aegyptiaca).

Comencé a rodear el lago para ir a observar una isleta de vegetación dentro de él, donde había una buena concentración de aves. Mientras llegaba a ella, me pasaron volando por la cabeza varias cotorras grises.
Cuando estaba justo enfrente de la isleta vi a varios cormoranes grandes, que secaban su plumaje al sol. Entre ellos, una gaviota sombría que también disfrutaba de un buen baño de sol.

(Cormoranes grandes. Phalacrocorax carbo. Y gaviota sombría. Larus fuscus).

Entre tanto azulón vi unos patos que al principio no me cuadraban. Observé a uno que esta con la cabeza dada la vuelta, y arreglándose el plumaje. Le vi el pecho blanco y me hizo sospechar que se trataba de una hembra de silbón europeo, pero con esa postura no era fácil identificarla. Cuando ya dejó de acicalarse, ya tenía pocas dudas, aunque se me despejaron completamente, cuando detrás de ella vi al macho, con su característica frente naranja.

(Silbones europeos. Anas penelope).

Los gansos del Nilo se mostraban muy activos. Uno voló desde el lago, y se posó en una pasarela, y desde ella, podía vigilar a sus crías, que pastaban en el césped.
El arroyo abandonaba el parque por una valla donde no podía pasar, así que salí del parque por la Avenida de la Galaxia, para continuar por su cauce y acercarme a las lagunas que había visto que se habían formado junto a las vías del AVE.
Tras una pronunciada bajada, me encontré de frente con un estanque de tormentas, que recoge las aguas del arroyo. No tenía mucha agua, pero esa mínima lámina de agua era aprovechada por varias gallinetas comunes, y lavanderas blancas, para buscar alimento.

(Gallinetas comunes.Gallinula chloropus).

El sol poco a poco se iba poniendo por el Oeste, y me tenía que dar prisa para llegar a las lagunas antes de que anocheciese.
A la izquierda del camino, en una zona de cultivo de cereal, sorprendí a varias perdices rojas.
A mi derecha apareció la primera laguna que se había formado con las intensas lluvias de semanas anteriores, y que había visto desde las vías del AVE días atrás. La laguna era una pequeña depresión en una zona de cultivo, que aunque no tenía ninguna especie de ave, era de lo más atractiva si podría aguantar hasta primavera, para aves de paso, e incluso para anfibios.
Proseguí el camino hasta pegarme a la valla que separaba las vías el tren de alta velocidad. A la derecha del camino estaba la segunda laguna, igual que la anterior. Era tal la cantidad de lluvia que había caído días atrás, que el camino que cruzaba debajo de las vías estaba completamente inundado, y no me dejaba seguir el cauce del arroyo, por lo que decidí volver a la primera laguna y rastrearla un poco.

(Lagunas estaciones en el entorno del Arroyo Humanejos-Guatén).

No vi en ella ningún ave, así que decidí seguir el camino que cruzaba al arroyo en dirección a Torrejón de Velasco, y donde el cauce era ocupado por una banda de vegetación compuesta por cañas, ideal para dormidero de aves.
Y no tardaron en hacer acto de presencia las primeras aves dispuestas a ocupar sus dormideros. Comenzaron a desfilar pardillos comunes, lavanderas blancas, urracas y gorriones comunes.
En un gran taray se estaba formando un buen dormidero de urracas.

(Urracas. Pica pica).

En una finca agrícola se había formado una buena charca que comenzaba a secarse. Había varias lavanderas blancas picoteando por el barro a ver si encontraban algún incauto insecto que llevarse al pico.
Al fondo de estas, muchos conejos comenzaban a salir de sus madrigueras, con la protección que les otorgaba la caída del sol.

(Conejos. Oryctolagus cuniculus).

El sol ya se había puesto y ya me quedaban pocos minutos de luz. Deshice el camino en dirección al estanque de tormentas, y antes de llegar a él, me sobrevoló la segunda rapaz del día, un busardo ratonero.
Cuando ya iba a dar por concluida la lista de la ruta, en un arbusto cercano al estanque se fueron a refugiar tres gorriones molineros.
Apurando los últimos rayos de luz, apreté el paso para ir a la Avenida de la Galaxia, en las afueras del parque, y tomar el autobús de vuelta a Madrid, y dar por terminada esta jornada pajarera tan interesante.
¡A qué esperarais para colgaros los prismáticos y la cámara de fotos, y visitar este entorno tan interesante!
¡Felices avistamientos! Rafa Al.
Concluyo el relato, con el repaso a la lista de especies avistadas durante la ruta.

FAUNA DEL ARROYO DE HUMANEJOS Y PARQUE DE LAS COMUNIDADES
AVES
MAMÍFEROS
Ánade real
Conejo
Bisbita pratense
Busardo ratonero
Carbonero común
Colirrojo tizón
Cormorán grande
Cotorra gris
Estornino negro
Gallineta común
Ganso del Nilo
Gaviota sombría
Gorrión común
Gorrión molinero
Herrerillo común
Jilguero europeo
Lavandera blanca
Lavandera cascadeña
Milano real
Mirlo común
Mosquitero común
Paloma torcaz
Pardillo común
Perdiz roja
Petirrojo europeo
Pinzón vulgar
Pito real ibérico
Serín verdecillo
Silbón europeo
Urraca
Verderón común
-Fuentes consultadas
-Medio ambiente Parla 15 M.
-Google maps.

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